Cómo ayudar a tu voz para que siga sonando joven
Como locutores, la forma en que sonamos es extremadamente importante. Nuestra voz cambia naturalmente a medida que envejecemos.
*Aunque este artículo está dirigido a locutores, en realidad es información práctica para cualquier persona.
Durante la adolescencia tienen lugar cambios dramáticos en nuestra voz. Los adolescentes experimentan esto cuando un aumento en la testosterona hace que la laringe aumente de tamaño.
La testosterona hace que las cuerdas vocales se alarguen y engrosen. Durante esta fase de crecimiento, los cambios a menudo pueden hacer que la voz se quiebre.
Finalmente, la voz de un hombre se vuelve más profunda y más resonante. Las mujeres también experimentan un alargamiento de sus cuerdas vocales durante la adolescencia, pero el crecimiento no es tan significativo y el impacto en su voz tiende a ser mucho menor.
Después de los años de adolescencia, nuestras voces se mantienen bastante iguales, generalmente sin cambios significativos hasta que alcanzamos la mediana edad.
Entonces, la siguiente fase de nuestros cambios de voz puede comenzar a ocurrir y, aunque no es igual en todos, se nota alrededor de los 55 años.
A medida que envejecemos, nuestras cuerdas vocales se debilitan, el cartílago de la laringe puede osificarse, comenzamos a perder masa muscular, nuestras membranas mucosas se vuelven más delgadas y secas.
Nuestro sistema respiratorio también deja de funcionar de manera eficiente.
Con los años, muchas personas comenzarán a experimentar lo siguiente:
• Tono más bajo en mujeres.
• Tono más alto en hombres.
• Disminución de la resistencia vocal.
• Disminución del volumen y proyección de su voz.
• Falta de fluidez y voz temblorosa.
• La voz suena entrecortada y ronca.
Hemos reunido algunos consejos y trucos geniales sobre cómo los locutores (o quienes trabajan con su voz en general) pueden preservar ese sonido juvenil, incluso a medida que envejecemos.
1. Zumbar en un pitillo
Comienza este ejercicio con un pitillo ancho y eventualmente me va bajando a uno más delgado, algo así como un mezclador de café. Pon tu boca sobre el pitillo y comienza con un sonido de “hmmmm”.
Ve cambiando el tono mientras lo haces desde un tono bajo hasta que suene como una sirena.
Practica este ejercicio durante unos 10 minutos todos los días, si tu voz comienza a sentirse cansada o fatigada, asegúrate de tomar un descanso o retomar al día siguiente.
2. Leer en voz alta
Leer en voz alta mantiene tu voz en uso, lo cual es extremadamente importante para la salud vocal. Practica con guiones de locución, lee un artículo de noticias en voz alta o intenta narrar los eventos a tu alrededor.
Todas estas son formas excelentes de asegurarte de que tu voz se use regularmente.
3. Mantén una buena higiene vocal
Una excelente higiene dental también ayudará a que tu voz sea saludable.
Cepíllate y usa hilo dental después de cada comida. No fumes y evita gritar o aclararte excesivamente la garganta.
Cuando tu laringe ya esté inflamada, como cuando tienes un resfriado, ten mucho cuidado al aclararte la garganta.
4. No forzar la voz
Si hablas con un tono más alto o más bajo que su voz normal, tiende a poner tensión en sus cuerdas vocales.
Para descubrir su tono natural, intente decir “mm-hmm” como cuando estas de acuerdo con algo. Este tono debe ser el general que uses cuando comiences una oración.
5. Alejarse del reflujo
Cuando el contenido líquido del estómago regresa y entra al esófago, esto se denomina reflujo ácido. Si esto sucede regularmente, puede tener un impacto negativo en la laringe, lo que a su vez puede causar ronquera crónica.
Las cosas que pueden causar reflujo ácido incluyen alcohol, cafeína, alimentos ácidos o picantes. También comer dentro de las 3 o 4 horas antes de acostarse puede causar reflujo ácido.
6. Mantenerse físicamente activo
Tener actividad física regular contribuye a que tu voz conserve un sonido juvenil. Al mantenerte en buena forma física, tu postura y musculatura se mantienen saludables.
Ambos ayudan a mantener una voz fuerte y resonante. El ejercicio regular también ayuda a aliviar el estrés, esto es importante porque el estrés crónico puede provocar tensión y fatiga, lo que afecta tu voz.
7. Trabaja con un coach de locución o de técnica vocal
El entrenamiento en locución es la mejor manera de aprender a usar tu voz y mantenerla en excelente forma. Aún mejor si lo combinas con un coach vocal, tal y como lo hacemos en El Locutorio. [Más información]
Este acompañamiento profesional puede ayudarte a evaluar tu voz, enseñarte ejercicios vocales que son específicos para tu voz y trabajar contigo para armar una rutina de entrenamiento que te ayudará a mantener sus cuerdas vocales saludables.