Como transformar tus presentaciones en conversaciones

La principal diferencia entre los speakers seguros de si mismos y los que parecen nerviosos es lo relajados y conversadores que suenan.

Hoy te ofrecemos algunos consejos básicos que te ayudarán a crear un tono conversacional al hablar, independientemente del tamaño de tu audiencia.

No digas que es una presentación (aunque lo sea)

Cada vez que dices: “Estoy aquí para hacerles una presentación sobre [tema]” o “En esta presentación verán…”, enfatiza la naturaleza formal, estructurada y a veces artificial de la interacción.

Nadie quiere que le “presenten”. En su lugar, utiliza un lenguaje que resalte un intercambio conversacional natural.

En cambio puedes decir: “Hoy estamos aquí para hablar sobre [tema]” o “Hoy les compartiré algunas ideas sobre [tema]”. Incluso podrías decir: “Me encanta que hoy tengamos tiempo juntos para hablar de [tema]”.

Aunque tu charla no sea un verdadero diálogo, puedes utilizar un lenguaje que sugiera conexión con la audiencia.

Habla de conceptos, no de diapositivas

Si estás utilizando PowerPoint o un software similar, evita decir “diapositiva” o “slide”

En lugar de hablar del medio, habla de los conceptos.

Cambia “Esta diapositiva nos muestra…” por “Aquí vemos…”. En vez de “En esa diapositiva que les mostré hace un momento”, di: “Hace un momento estábamos discutiendo A. Así es como eso afectará a B y C”.

Las conversaciones informales no suelen incluir presentaciones de diapositivas. El hecho de que tu presentación detallada sobre temas muy específicos requiera diapositivas, no significa que deba resaltar el entorno formal y estructurado.

Evita conectarte demasiado con tu pantalla

Para muchos eventos de grupos grandes, los speakers cuentan con un “monitor de confianza”, una pantalla de computador a sus pies o en un atril que muestra la diapositiva que aparece en la pantalla grande de arriba.

Evita el uso de monitores de confianza. Nuestra inclinación natural es hacer un gesto hacia el punto que estamos discutiendo, pero señalar una pantalla que la audiencia no puede ver crea una desconexión.

En vez de esto, párate al lado de la pantalla grande y haz un gesto hacia el punto del que estás hablando para que la audiencia sepa de qué punto estás hablando.

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Haz que sea interactivo

No le digas a tu audiencia: “Quiero que esto sea interactivo”.

Es tu trabajo hacerlo interactivo. Si el tamaño de tu audiencia permite una verdadera participación, crea esa conexión en etapas para “calentar” a la audiencia de la siguiente manera:

  • Lanza una pregunta que sea relevante con tu tema a la que la mayoría de los miembros de la audiencia puedan responder afirmativamente. Esto hace que la gente se involucre levantando la mano.
  • Llama a alguien que haya levantado la mano y hazle una pregunta específica y fácil de responder. Estas preguntas conducen a un diálogo real.
  • Haz una pregunta más personal. A estas alturas, la audiencia ya está caliente y lograste crear una participación significativa.

Apóyate en los gestos

En ambientes informales, todos hacemos gestos con las manos, algunos más que otros.

Cuando intentamos controlar nuestros gestos durante una presentación, suceden dos cosas: nos vemos rígidos y antinaturales, y acumulamos energía nerviosa que se escapa de maneras extrañas, como jugar con un bolígrafo o movernos de manera inquieta.

Simplemente deja fluir tus gestos. Es poco probable que sean demasiado grandes o distraigan. Las mejores conversaciones no solo se tienen con palabras.

En conclusión…

El impacto que tenemos como comunicadores proviene del efecto acumulativo de muchos elementos diferentes de nuestro performance.

Estas sugerencias por sí solas no te convertirán en un excelente presentador, pero mejorarán el paquete general que presentarás cuando hables ante grandes audiencias.