¿Está acabando la tecnología con la comunicación cara a cara?

En nuestro mundo cada vez más conectado, donde la comunicación digital es cada vez más frecuente, surge una pregunta pertinente: ¿se están desgastando nuestras habilidades comunicativas en esta era digital?

La erosión o desgaste se refiere a la destrucción o disminución gradual de algo, y las rápidas adaptaciones de nuestra comunicación en los últimos años han transformado esto en una perspectiva peligrosa.

La evolución de la comunicación en la era digital

El panorama de las comunicaciones ha experimentado un cambio sísmico con la llegada de las tecnologías digitales.

Desde cómo interactuamos socialmente hasta cómo operan las empresas, las plataformas digitales han transformado los paradigmas tradicionales de comunicación.

Desde el correo electrónico y los teléfonos inteligentes hasta los avances en las conexiones a distancia y la comunicación asincrónica, estamos en línea continuamente.

Sin embargo, no se puede subestimar la utilidad de la comunicación digital en el ambiente empresarial. Al fomentar un lugar de trabajo comunicativo asincrónico y mantener al mínimo nuestra correspondencia en tiempo real, obtenemos profundos beneficios tanto en la productividad como en la vida personal.

El arte cada vez menor de la interacción cara a cara

Como resultado natural de la ya mencionada omnipresencia de la comunicación digital está la disminución de la frecuencia y la calidad de las interacciones cara a cara, una de las preocupaciones más importantes en la era digital.

En una era dominada por los correos electrónicos, los mensajes de texto y las redes sociales, la riqueza de la comunicación en persona, con sus matices de lenguaje corporal y tono, parece estar desvaneciéndose, lo que provoca preocupación en la primera reflexión.

Un estudio del American Journal of Psychology (en inglés) señala una marcada disminución de la empatía y la inteligencia emocional entre las generaciones más jóvenes en correlación con una mayor comunicación digital.

Sin embargo, esta no es la historia completa, y el mismo estudio sugiere que la comunicación digital mejora la sociabilidad cuando un compromiso profundo fuera de línea es difícil de lograr o puede complementar el compromiso fuera de línea.

Esencialmente, aquí es donde el método de comunicación digital utilizado adquiere una importancia crítica para no sucumbir a los problemas que plantea el uso excesivo o infrautilizado.

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Comunicación digital: un arma de doble filo

Si bien la comunicación digital ofrece comodidad y amplía nuestra conectividad, también presenta desafíos.

La brevedad y la naturaleza impersonal de los mensajes de texto y los correos electrónicos pueden provocar malentendidos y una falta de profundidad en las relaciones.

Sin embargo, los beneficios son innegables. Las cifras del Informe de actitudes y uso de los medios de comunicación para adultos 2023 de Ofcam sugieren que el 77% de los usuarios de plataformas de comunicación online estuvieron de acuerdo en que las herramientas de comunicación digital les habían ayudado a mantener relaciones.

Aquí es donde cobra importancia la comunicación asincrónica, la cual permite comunicar de una manera cada vez más adaptada y personalizada, facilitando el mantenimiento de las relaciones y reduciendo los malentendidos.

Por otra parte, señalar que la comunicación digital reemplaza por completo el cara a cara es una perspectiva peligrosa, pero también muy improbable.

Académicos de Frontiers in Psychology sostienen que este reemplazo afectaría gravemente la habilidad de decodificación no verbal que los individuos normalmente emplean en la comunicación cara a cara.

Sin embargo, este argumento parece tener fallas, centradas en la probabilidad de que el cambio sea tan severo. Incluso muchas empresas asincrónicas suelen entender la importancia de la comunicación en persona y, en esencia, fomentan la comunicación digital y la flexibilidad de esta manera mejora el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

Una comunicación digital eficaz depende de reconocer su versatilidad y sus diferencias individuales.

En el campo empresarial se deberían valorar las reuniones de equipo periódicas (pero breves) y las videollamadas para establecer simpatías y relaciones a través de diversos canales digitales.

Esto puede ser una experiencia positiva, pero también lo ha enfatizado un estudio centrado en 1212 estudiantes universitarios en China que encontró que la comunicación en línea puede afectar positivamente el capital psicológico positivo.

Esta forma de comunicación, impulsada por la motivación y el pensamiento internos, mejora las interacciones con los colegas y promueve el bienestar subjetivo. La ausencia de señales visuales en la comunicación en línea fomenta un intercambio de información y una comunicación emocional más efectivos, lo que genera retroalimentación positiva.

Los entornos en línea también brindan nuevos campos para observar las reacciones de los demás y recibir reconocimiento, lo que impacta positivamente en la adaptación psicológica.

Según un estudio de Harvard Business Review, la adaptabilidad a diferentes plataformas de comunicación y la capacidad de transmitir mensajes claros y concisos se destacan como habilidades clave en la era digital.

En general, a medida que avanzamos hacia la era digital, es crucial adoptar un enfoque de comunicación que aproveche las ventajosas plataformas digitales y al mismo tiempo preserve el valor irremplazable de la interacción cara a cara.

El futuro exige una población que no sólo sea tecnológicamente experta sino también rica en la inteligencia emocional y social que sustenta toda interacción humana.

La forma en que esto se desarrolle debe ser específica de cada individuo; aquellos que funcionan mejor profesionalmente a través de la comunicación digital deberían adoptar esto, y viceversa.

Por lo tanto, en lugar de ser testigos de una erosión de las habilidades comunicativas, tal vez estemos evolucionando hacia un panorama comunicativo más diverso y complejo, pionero en la comunicación digital, pero que nos desafía a ser competentes en múltiples formas de interacción y al mismo tiempo ofrece oportunidades sin precedentes para el crecimiento y la conectividad.