¿Hablas demasiado? Sé breve con estas estrategias de comunicación para no excederte al hablar
El tiempo es el recurso más valioso para un emprendedor e incluso para un empleado con responsabilidades importantes, ya que cada instante representa una oportunidad para innovar, planificar y llevar un negocio al éxito.
¡No desperdicies el tiempo de los demás por falta de brevedad!
La comunicación efectiva es clave para el éxito empresarial. Como dueño de un negocio o ejecutivo de una compañía, tu capacidad de transmitir ideas de manera clara y concisa puede determinar el éxito o fracaso de acuerdos, colaboraciones y relaciones.
Un error común es la tendencia a divagar, es decir, explicar en exceso, hacer preguntas innecesarias o no ir directo al punto. Si te sientes identificado, este artículo te ayudará a superar este hábito y convertirte en un comunicador más eficiente y respetado.
El poder de la brevedad
Imagina este escenario: estás frente a posibles inversores, listo para presentar tu innovadora idea de negocio. Sin embargo, en lugar de ir al núcleo de tu propuesta, gastas los primeros quince minutos hablando de detalles irrelevantes sobre los inicios de tu empresa.
*Replica este ejemplo en otras situaciones, como presentarle a tu jefe una idea de un nuevo proyecto, etc.
Este es un claro ejemplo de divagar, desviándote del tema principal y perdiendo valioso tiempo.
Para la mayoría de los emprendedores, el tiempo es dinero. Si te extiendes en detalles que no son relevantes, robas tiempo valioso a los demás. Recuerda expresar tus ideas, comentarios o inquietudes de forma concisa.
1. Prepárate para comunicarte en persona o por teléfono
Antes de una conversación en persona o por teléfono, anota los puntos principales que quieres abordar.
Si vas a liderar una reunión, asegúrate de tener una agenda preparada. Incluso si no es una reunión formal pero tienes varios temas que tratar, te recomendamos escribirlos antes de hablar con la otra persona.
Esto te ayudará a mantenerte enfocado. Si necesitas contar una historia previa para contextualizar, informa a tu audiencia que es un antecedente necesario.
De este modo, quienes te escuchen entenderán que compartes información importante. Además, programa tiempo en tu calendario para planificar los temas que discutirás antes de cualquier reunión.
2. Escoge tus preguntas con cuidado
Un hábito común de quienes divagan es reformular una pregunta para obtener una respuesta distinta. Aunque esto puede ser útil en ventas, si tu objetivo es comunicarte, acepta las respuestas que recibas.
Asimismo, si ya has tomado una decisión, no formules preguntas con el objetivo de validar tu elección; esto no solo desperdicia el tiempo de tus colegas, sino que también afecta tu credibilidad y confianza.
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3. Intenta resolver tus dudas por tu cuenta
Supongamos que tienes un problema con tu computadora y alguien en tu oficina domina la tecnología. Antes de pedir ayuda, busca una solución en línea.
Este enfoque demuestra a los demás que solo haces preguntas cuando es realmente necesario.
4. Sé un oyente paciente
La comunicación efectiva es un intercambio bidireccional, por eso es esencial permitir que la otra persona responda completamente.
Evita interrumpir a alguien a mitad de su respuesta con más preguntas, ya que esto rompe el ritmo de la conversación y puede dar la impresión de que priorizas tu agenda sobre su opinión.
Deja que la otra persona termine de responder antes de pasar a la siguiente pregunta. Este hábito demuestra respeto por su perspectiva y fomenta respuestas más completas.
Recuerda que las conversaciones son una oportunidad para fortalecer relaciones y conexiones.
5. Aprovecha el correo electrónico
Siempre que sea posible, utiliza el correo electrónico.
Aunque puede ser tentador entrar en la oficina de alguien para hacer una pregunta que consideras importante, respeta su espacio y tiempo. Nadie disfruta de interrupciones, especialmente si no se trata de asuntos urgentes.
Si no necesitas una respuesta inmediata, recurre al correo electrónico. Además, esta vía te permite revisar la conversación posteriormente.
Los correos electrónicos te ayudan a ir directo al punto y a incluir solo los detalles necesarios. También evitan divagaciones espontáneas que suelen surgir en conversaciones improvisadas, ya que previamente organizaste tus ideas por escrito.
Por supuesto, hay situaciones en las que una respuesta inmediata es esencial, y en esos casos, una llamada o conversación presencial es adecuada. Sin embargo, al priorizar la eficiencia del email, reduces la probabilidad de caer en divagaciones innecesarias.
6. Cambia tu mentalidad
Lo sabemos. Esta puede ser la más difícil de las seis estrategias, pero ser consciente de tus patrones de comunicación es el primer paso para superar el hábito de divagar.
Esfuérzate siempre por ser claro, respetuoso y eficiente. Ser breve no significa apresurarse, sino transmitir tu mensaje de manera efectiva, hacer preguntas relevantes y comprometerte genuinamente con los demás.
Al perfeccionar estas habilidades, ahorrarás tiempo valioso, fortalecerás tus conexiones y dejarás una impresión duradera como un empresario o colaborador que valora el diálogo significativo.
La tendencia a divagar es común. Sin embargo, si planificas con anticipación, respetas el tiempo de los demás y te mantienes consciente de este hábito, podrás reducirlo o incluso eliminarlo por completo.