La comunicación efectiva como herramienta de motivación personal

En El Locutorio nos apasiona la comunicación, y somos conscientes, probablemente más que nadie, que la comunicación efectiva es un pilar fundamental en la mejora personal y profesional.

¡En eso se basa nuestra existencia como marca! En entrenar a personas y empresas para que sean mejores comunicadores.

Y aunque hemos abarcado muchos temas relacionados en este blog, poco hemos hablado respecto a que gran parte de esa comunicación crucial ocurre con nosotros mismos.

Buscas volverte un mejor comunicador para persuadir y cautivar a tu audiencia, pero seguro se te olvida cautivar a alguien importante… a ti.

Sí. La forma en que te hablas a ti mismo, tus pensamientos internos, tienen un impacto enorme en tu motivación, persistencia y, en última instancia, en tu capacidad para mantener una mentalidad de crecimiento.

Veamos cómo un par de cambios pueden transformar tu forma de pensar y actuar.

En vez de decir “tengo que”, di “puedo”

Cuando hablas contigo mismo sobre las cosas que necesitas hacer, ¿cómo lo enuncias? ¿Dices “tengo que ir al trabajo” o “tengo que hacer ejercicio”?

Es posible que ni siquiera te des cuenta, pero esa pequeña expresión, “tengo que”, tiene un peso significativo en tu estado mental.

Imagina esto: en lugar de decir “tengo que”, dices “puedo”. ¿No te sientes mejor solo de pensarlo?

Tu vida no es una serie de obligaciones, es una serie de oportunidades. No tienes que ir al trabajo, al gimnasio o hacer mercado. Elige hacer estas cosas porque te permiten pagar tus cuentas, mantenerte en forma y alimentarte adecuadamente.

Cuando decimos que tenemos que hacer algo, nos estamos imponiendo una carga innecesaria. Nos sentimos obligados, forzados, pero cuando cambiamos ese “tengo que” por “puedo”, todo cambia. Nos enfocamos en las oportunidades que se nos presentan y en la libertad de elección que tenemos.

Cambia el “debería hacer” por “haré”

Otro cambio poderoso en tu diálogo interno es sustituir “debería” por “haré”.

La palabra “debería” está cargada de culpa, implicando una obligación y una sensación de no estar a la altura de una expectativa. ¿Realmente quieres cargar con esa carga emocional?

Al cambiar “debería” por “haré”, te enfocas en la acción. Te comprometes contigo mismo a seguir adelante, a avanzar.

Esta pequeña diferencia en la forma en que te hablas a ti mismo puede marcar una gran diferencia en tu motivación y perseverancia.

En conclusión

La comunicación contigo mismo es un aspecto fundamental de tu desarrollo personal.

Al adoptar estos pequeños cambios lingüísticos puedes transformar tu diálogo interno y fortalecer tu motivación y resiliencia.

Entonces, la próxima vez que te encuentres hablándote de manera equívoca o negativa, detente un momento y reevalúa tu enfoque.Recuerda que tienes el poder de elegir tus palabras y, en última instancia, dar forma a tu propia realidad.