Manos que comunican: Transforma tu manera de hablar en público con lenguaje corporal

Hay un romance entre nuestro cerebro y las manos. Una cantidad de conexiones que podemos aprovechar para comunicar.

Cuando vamos a transmitir un mensaje, entramos en escena… estamos haciendo un performance. Sin importar el escenario (presentación, reunión, conferencia, entrevista, etc.) tenemos el poder de usar las manos como ilustradores.

Y es que las manos amplían el contenido. Fíjate en los siguientes ejemplos cómo las manos se mueven solas e ilustran lo que las palabras expresan.

1. Al decir «tengo un punto», «cinco proyectos», «cuatro posibilidades», el uso de los dedos inmediatamente sintetiza de manera efectiva lo que quieres decir.
1. Al decir «tengo un punto», «cinco proyectos», «cuatro posibilidades», el uso de los dedos inmediatamente sintetiza de manera efectiva lo que quieres decir.
2. La pinza nos ayuda a crear detalle en frases tipo «le falta una pizca de sal a la receta» o «si usted me da cinco minutos le prometo que le entrego el trabajo terminado».
2. La pinza nos ayuda a crear detalle en frases tipo «le falta una pizca de sal a la receta» o «si usted me da cinco minutos le prometo que le entrego el trabajo terminado».
3. En cambio, la mano en forma de hacha cierra, es contundente. «Mañana nos vemos aquí», «hasta aquí llegó conmigo, no trabajamos más». Hay en ella un cierre de ciclo, por eso la misma mano lo determina.
3. En cambio, la mano en forma de hacha cierra, es contundente. «Mañana nos vemos aquí», «hasta aquí llegó conmigo, no trabajamos más». Hay en ella un cierre de ciclo, por eso la misma mano lo determina.
4. Los movimientos circulares con la mano y con la muñeca ayudan a determinar el avance del contenido y a redondear un tema. Ej.:, «teníamos dos clientes, luego se convirtieron en cuatro, llegamos a 100 y hoy en día ya tenemos 1.200». Así, voy avanzando en el discurso, pero a la vez llego a una conclusión porque cierro. Por eso el movimiento es circular.
4. Los movimientos circulares con la mano y con la muñeca ayudan a determinar el avance del contenido y a redondear un tema. Ej.:, «teníamos dos clientes, luego se convirtieron en cuatro, llegamos a 100 y hoy en día ya tenemos 1.200». Así, voy avanzando en el discurso, pero a la vez llego a una conclusión porque cierro. Por eso el movimiento es circular.
5. El índice arriba indica cuidado, atención. Determina que vas a decir algo importante que merece ser subrayado. «Tengo un proyecto que lo va a sacar a Ud. en 2 meses de esa situación», «ojo con lo que te estoy diciendo, si no me pones atención podrías equivocarte». Constituye un llamado de atención efectivo.
5. El índice arriba indica cuidado, atención. Determina que vas a decir algo importante que merece ser subrayado. «Tengo un proyecto que lo va a sacar a Ud. en 2 meses de esa situación», «ojo con lo que te estoy diciendo, si no me pones atención podrías equivocarte». Constituye un llamado de atención efectivo.
6. Amplitud. No se puede hablar de un muy buen negocio o de una fantástica idea con las manos cerradas. Hay que abrirlas: «Te tengo el proyecto, no sabes la idea que se me ocurrió». Aplica también en términos cotidianos. Por ejemplo, una fiesta. Uno no dice «estuve en una fiesta buenísima», sino más bien «¡estuve en una ruuuumba que usted no sabe!», alargando las sílabas para generar amplitud.
6. Amplitud. No se puede hablar de un muy buen negocio o de una fantástica idea con las manos cerradas. Hay que abrirlas: «Te tengo el proyecto, no sabes la idea que se me ocurrió». Aplica también en términos cotidianos. Por ejemplo, una fiesta. Uno no dice «estuve en una fiesta buenísima», sino más bien «¡estuve en una ruuuumba que usted no sabe!», alargando las sílabas para generar amplitud.
7. La emotividad, que nace desde el corazón. No es para ponerse la mano en el pecho como quien iza bandera, pero si cierras las manos una contra la otra y las acercas un poco al pecho, puedes mover fibras. «Es nuestra empresa y la tenemos que sacar adelante entre todos».
7. La emotividad, que nace desde el corazón. No es para ponerse la mano en el pecho como quien iza bandera, pero si cierras las manos una contra la otra y las acercas un poco al pecho, puedes mover fibras. «Es nuestra empresa y la tenemos que sacar adelante entre todos».
8. El plano de la honestidad y la energía. Si estás de pie hablando frente un auditorio, procura no tener las manos por debajo de la cintura, sino encima de ella. Al principio lo sentirás algo artificial porque no sabrás muy bien cómo moverlas de forma natural, pero es que si las dejas estiradas hacia abajo, inmediatamente perderás credibilidad, generarás inseguridad y n queremos eso. Si las tenemos en el tronco, mostramos las palmas, cerramos, abrimos, invitamos, transmitimos, recogemos, eso lentamente se volverá automático y natural, al punto de que ni te darás cuenta que las estás moviendo así.
8. El plano de la honestidad y la energía. Si estás de pie hablando frente un auditorio, procura no tener las manos por debajo de la cintura, sino encima de ella. Al principio lo sentirás algo artificial porque no sabrás muy bien cómo moverlas de forma natural, pero es que si las dejas estiradas hacia abajo, inmediatamente perderás credibilidad, generarás inseguridad y n queremos eso. Si las tenemos en el tronco, mostramos las palmas, cerramos, abrimos, invitamos, transmitimos, recogemos, eso lentamente se volverá automático y natural, al punto de que ni te darás cuenta que las estás moviendo así.

Estos son apenas algunos movimientos que se pueden hacer con las manos. No se trata de parecer un mimo y moverlas como loco, sino de dejar que encuentren su movimiento natural, acorde al mensaje que se está transmitiendo. Cada movimiento debe tener un sentido y ese sentido proviene del corazón.