No empieces tus presentaciones con un simple ‘hola’; mejor haz esto
Seguro has estado en muchas presentaciones o charlas en las que el speaker comienza con un saludo cortés como “Hola, gracias por invitarme” o “Estoy muy contento de estar aquí”, seguido a menudo por su nombre y currículum profesional.
A veces, si se trata de una reunión interna, recibes los mismos saludos seguidos de una diapositiva con viñetas y el presentador narrándolas.
Pero con esas viejas costumbres no se causa una primera impresión memorable.
Tu audiencia piensa tres cosas cuando entras en esa sala de conferencias o en ese escenario:
- ¿Quién es esta persona?
- ¿Por qué debería importarme?
- ¿Cómo van a resolver mi problema?
Seamos realistas: la mayoría de las personas están más interesadas en cómo resolverás su problema que en ti y tu hoja de vida.
Así que cambiemos un poco el guión. Comienza con la solución a su problema, habla brevemente sobre ti para ganar credibilidad y luego bríndales una razón para que les interese escucharte.
Inicia tu presentación con un gancho o una historia, algo que capte su atención desde el principio. Por ejemplo, tu gancho podría ser “¿Sabías esto?” o “¿Y si eso?” También podría ser una historia corta que humanice tus servicios o productos.
La mayoría de las presentaciones son predecibles; ¿No sería mejor para tu tiempo y tu audiencia si pudieras introducir un elemento sorpresa?
Algunos podrían considerar de mala educación no agradecer al organizador o no saludar a la audiencia, pero no sugerimos que no lo hagas sino que busques otro lugar dentro de tu presentación para esto. Aquí hay una buena estructura de ejemplo:
– Introducción: “¿Qué pasaría si tu tienda en línea convirtiera más clientes? ¿Qué pasaría si tus clientes compraran más por transacción y con mayor frecuencia?”
– Credibilidad: “Mi nombre es Jorge y he estado entrenando a emprendedores sobre cómo optimizar sus tiendas en línea durante más de una década, y estoy muy emocionado de estar aquí. Quiero agradecer a [insertar nombre] por invitarme a compartir la tarde con ustedes.”
– Solución: “Hoy les daré tres formas de hacer que sus tiendas aumenten la tasa de conversión e incentiven la recompra en un mercado en el que cada vez es más costoso adquirir nuevos clientes. ¡Empecemos esta fiesta!”
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Intenta establecer una conexión personal
En muchas ocasiones, las presentaciones carecen de un toque personal. Comparte una anécdota o experiencia personal relevante que se relacione con tu tema.
Esto no sólo hace que tu presentación de trabajo sea más identificable, sino que también ayuda a establecer una conexión más profunda con tu audiencia.
Por ejemplo, podrías decir: “En mi primera tienda en línea mi mamá me ayudaba a responder el chat de servicio al cliente mientras yo me dedicaba a despachar pedidos y hacer marketing. ¡No le rendía el tiempo porque se ponía a hacer visita con los clientes como si fueran amigos! Pero estos quedaban fascinados. Hoy les voy a hablar de como conectar con sus usuarios a un nivel más profundo”.
*Este es un ejemplo ficticio para este artículo, pero no se trata de inventar historias sino de contar anécdotas reales que conecten con la audiencia.
Intenta fomentar la interacción
Como mínimo, debes intentar atraer a tu audiencia desde el principio, ya sea en persona o mediante llamadas virtuales.
Puedes hacer una pregunta que les haga pensar o proponer un desafío que los involucre directamente. Este enfoque cambia la dinámica hacia sesiones más interactivas y atractivas.
Si implementsa alguna de estas sugerencias, podrá hacer que tu presentación sea memorable e impactante de inmediato. Y lo más probable es que obtengas un mayor retorno de tu inversión de tiempo y energía.
En el mundo acelerado de hoy, donde los períodos de atención son cada vez más cortos, es crucial captar y mantener la atención de tu público desde el principio. Al hacerlo, preparas el escenario para una interacción más atractiva y productiva.
Así que desafíate a liberarte de las normas de presentación y adoptar un estilo que resuene profundamente en tu audiencia y deje una impresión duradera.