Tres formas de construir relaciones sólidas que se transformen en confianza
La confianza es la base de cualquier relación. Seguimos a líderes en los que confiamos, compramos productos de empresas en las que confiamos y decimos la verdad a las personas en las que confiamos.
Cuando tienes una buena relación, la confianza puede surgir si sabes cómo conectarte en un nivel más profundo que simplemente crear una relación armoniosa.
En nuestra vida profesional, la confianza puede aumentar nuestra productividad, nuestra base de clientes y nuestros ingresos, por lo que debemos ir más allá de simplemente ser comprensivos; necesitamos crear un ambiente de confianza que comience con una buena relación.
La mayoría de la gente sabe cómo establecer una buena relación; podemos sonreír, encontrar puntos en común y mostrar interés en los demás para conectarnos con ellos.
Es posible que pasemos por alto la importancia de nuestros pensamientos, palabras y lenguaje corporal y el papel que cada uno desempeña en nuestra capacidad para conectarnos con las personas y ganarnos su confianza.
Desde el inicio de conocer a alguien, debemos considerar cómo nos presentamos ante esa persona, tanto verbal como no verbalmente, para asegurarnos de parecer dignos de confianza.
Comprender cómo nuestros pensamientos impulsan nuestros comportamientos puede ayudarnos a crear un ambiente cómodo para que nuestros pares, clientes y partes interesadas confíen en nostros.
A continuación, compartimos tres técnicas innovadoras para ayudarte a establecer una relación que se transforme en confianza.
1. Toma el control de tus pensamientos
Nuestros pensamientos guían nuestro comportamiento. Crean nuestras emociones y son responsables de nuestras reacciones ante las personas y situaciones.
¿Alguna vez quedaste atrapado en el tráfico? Seguro de que sí. Y si eres como la mayoría, cuando esto sucede, te enojas. Incluso puedes gritarle al otro conductor (así no puede oírte) y hasta hacer gestos inapropiados con las manos.
La mayoría de la gente cree que las acciones del conductor generaron su enojo. Sin embargo, las personas y los acontecimientos no pueden hacernos enojar; sólo nuestros pensamientos sobre las personas y los acontecimientos pueden hacerlo.
Si cambiamos nuestros pensamientos, podemos cambiar nuestros sentimientos y reacciones. Entonces, la próxima vez que estés en un trancón, piensa en esto: Quizás el conductor no me vio. Te garantizamos que tu reacción será diferente.
Entonces, ¿cómo puede esto ayudarnos a ganarnos la confianza ? Cuando trabajamos para controlar nuestros pensamientos y cambiarlos para que sean más empáticos, cambiamos la forma en que reaccionamos ante las personas y las situaciones.
En lugar de enojarnos, podemos mantener la calma y la objetividad en cualquier situación. Cuanto menos reactivos seamos, más gente nos considerará sensatos y, por tanto, confiará en nosotros.
Comunicación 4.0
El entrenamiento de El Locutorio para convertirte en un mejor comunicador en entornos virtuales y presenciales.
2. Cambia tu lenguaje
En vez de acusar o afirmar, pregunta. Por ejemplo: si estás seguro de que tu cliente está molesto contigo o con tu servicio, no puedes asignarle una emoción. Entonces, en lugar de decir: “Pareces molesto”, pregunta: “¿Cómo te sientes ahora?”.
Otro ejemplo: si sientes que fuiste muy claro en tu mensaje y que la otra persona no te estaba prestando atención, no puedes decir: “No me estabas escuchando”. Más bien di: “Tal vez no fui claro. Me gustaría reafirmar lo que acabo de decir”.
Hablar de manera no acusatoria persuadirá a los demás a evitar ponerse a la defensiva. De esta manera, en realidad estás ayudando a otras personas a mantener la calma.
Asociarán este sentimiento contigo y por lo tanto empezarán a confiar en ti porque les haces sentir bien.
3. Abre tu lenguaje corporal
Seguro haz oído hablar de la importancia del lenguaje corporal. Hemos escrito varios artículos al respecto en este blog que puedes consultar.
Es un tema más complejo que esto, pero en resumen, puedes abrir tu lenguaje corporal para parecer abierto a conocer, conectarse y hablar con la gente.
Para abrir tu lenguaje corporal lo único que tienes que hacer es ocupar espacio colocándote erguido con los brazos a los costados. Esta postura se llama pose de poder, porque te sientes poderoso y seguro mientras estás así.
Así parecerás más accesible y esto alentará a las personas a sentirse cómodas a tu alrededor. Confiamos en personas que nos hacen sentir seguros y cómodos. Entonces, aquí hay algunos consejos que puedes comenzar a aplicar hoy para ayudarte a parecer más abierto, seguro y digno de confianza.
- Mantente erguido, levanta ligeramente la barbilla y haz un buen contacto visual. Serás visto como alguien confiado y en quien se puede confiar.
- Evita cruzar las manos o brazos, ya que esto se percibe universalmente como una actitud defensiva y cerrada.
- Habla con las manos: al contrario de lo que te haya dicho tu entrenador de oratoria, esto es natural, por lo que te sentirás y te verás relajado.
- Evite encorvarte, doblar los hombros hacia adentro y bajar la cabeza. Te verás y te sentirás inseguro y puedes dar la impresión de ser alguien en quien no se puede confiar.
Ahora tienes tres formas de establecer una buena relación y ganar confianza. ¡No olvides ser predecible con estos comportamientos! Si muestras un comportamiento un día y cambias al otro, la gente se confundirá. La confusión es incómoda.
Por lo tanto, elije los comportamientos que deseas modelar y compórtate activamente de esa manera todo el tiempo. Con una comprensión más profunda del comportamiento humano, podemos forjar relaciones más confiables de manera natural.